Muchos caminos vividos … y este año lo recordaremos especialmente por el incierto recorrido que queda por delante, aunque muy claro el destino.
Dos hermanas, sale a la calle para despedir a nuestro Simpecado y a todos los peregrinos que le acompañan. A su paso, balcones engalanados, petaladas… y un sin fin de muestras de cariño deseando un buen camino hacia la aldea.
A pesar de la lluvia y las dificultades que conlleva ser romero, hay un verdadero Rocio y es el que conozco, junto a mi reunión “las niñas”.
Convivencia, Hermandad y Respeto, pilares importantes de una reunión que empezó con cinco mujeres y que año tras año se han ido sumando algunas más de la familia.
Este es el segundo año que llevamos una carreta, ha hecho la salida impecable y después de las continuas lluvias, nuestras “flores de Valme” en color buganvilla han querido poner color a un día gris.. y así la llevamos, poniendo la nota de color…



Una imagen vale más que mil palabras y mirad el barrizal a la llegada al terreno para celebrar la Eucaristía y descansar un poco… daba muestra de todo lo que había caído y la dificultad para asentarse allí la Hermandad. Día complicado, pero mirando al frente con un solo destino.
El amor que le tenemos a nuestra Madre levanta el ánimo y seguimos el camino con la esperanza de llegar a la Ermita y contemplar esos ojos que te miran y nunca te abandonan.
Ahora a rezar, un buen ratito de recogimiento y a descansar … mañana será otro día!!
Fotos: Hermandad del Rocío de Dos Hermanas
Publicado por: Rosa Romero