Lucio Blázquez

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Lucio Blázquez

Hablar de gastronomía es hablar del maestro Lucio, capaz de convertir una receta tan sencilla en uno de los platos más famoso del mundo. Trabajador incansable, cariñoso, generoso y amigo de sus amigos.

Ubicado en el Madrid de los Austrias, Casa Lucio abre todos los días sus puertas para dar de comer y seguir satisfaciendo a su clientela. Quién ha estado allí puede entender perfectamente porqué ha llegado a todos los rincones y no solo por su cocina si no por hacer de sus comidas o cenas momentos inolvidables. Con su inseparable chaqueta blanca, sigue recibiendo a sus clientes con el mismo cariño de siempre.

Con tan solo 12 años, llegó a Madrid junto a su padre y empezó a trabajar de botones, en el mismo local que hoy regenta, aunque el nombre que tenía en aquellos momentos era “Mesón Segoviano”. Su dueña Doña Petra, quien quería a Lucio como a un hijo y viendo como apuntaba maneras, le vendió años más tarde el negocio.

¿Creía que convertiría aquel restaurante en uno de los más populares de las últimas décadas?

LBPues no me lo creía pero yo lo que tenía era confianza en mi mismo. Yo entré a trabajar como Dios manda, siendo decente y honrado, haciendo las cosas lo mejor posible, llevándome bien con todo el mundo, de todo tipo de clases, queriendo a todos, y que se portaran bien conmigo al igual que yo hacía con ellos.

¿Fueron muy difíciles los principios?

LBMuy difíciles. Yo empecé ganando una peseta al día, trabajando catorce horas diarias y librando dos horas por la tarde cada quince días.
Y ganaba una peseta diaria.

¿Cuál cree que ha sido la clave de su éxito?

LBLa constancia en el trabajo, la honradez, el no hacer mal a nadie, ser alegre y divertido. No haber hecho cosas raras (…) nada más que divertirme por derecho y procurar no meter la pata nunca.

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¿Cómo convierte la receta más sencilla en el plato más famoso?

LBLlevamos haciendo lo mismo desde hace cuarenta o cuarenta y cinco años, lo que pasa es que no le dábamos “aire” porque trabajamos bien y nos sobraban estas cosas.

Por ejemplo, ahora mismo tengo un plato que está en muy buena forma, que son los callos a la madrileña, y llevo haciéndolo 40 años. Y es un plato que para mí es uno de los mejores de la cocina española. El mismo Arguiñano los anuncia muchas veces en su programa de televisión.

Por su casa han pasado toda clase de Personas mundialmente conocidas ¿Quién le ha sorprendido más?

LBPues mira, me ha sorprendido tanta gente buena… tanta gente sencilla… A mí me ha gustado siempre la gente buena con categoría, pero que al mismo tiempo sean sencillos.

Y una de las pruebas es esta foto que tengo aquí de Sandro Pertini, Presidente de Italia cuando el campeonato del mundo (de fútbol 1982), que me impresionó su bondad. Su forma de ser bueno me impresionó totalmente.

Después, el hombre que más adoro yo en ese sentido de venir por aquí, es Su Majestad el Rey, Don Juan Carlos, es una maravilla.

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Foto cedida por Lucio Blázquez

Anécdotas tendrás mil, ¿Nos cuentas alguna?

LBTengo muchas, algunas son muy fuertes…que se pueda contar…; Un día viniendo de la feria de Sevilla, me vengo a la barra a trabajar y me dice uno de los camareros: “Aquí hay un mariquita o dos gritando- !Vamos¡ !Vamos!”. Dos mariquitas que para hacerse notar en la barra, como no había mesa y estaban esperando, cogían el vaso de vino y lo tiraban, y lo hacían dos o tres veces.

Les dan mesa y les toman la comanda y detrás estaban el General Gutiérrez Mellado y Adolfo Suárez.

Les ponen el vino. Se echa el vino el joven hasta que rebosa y mancha el mantel… para dar la nota. Y yo me acerqué y llamé a un camarero- “Oiga Camarero, por favor, estos señores, no se han dado cuenta y echando el vino, se le ha caído y han manchado el mantel. ¿Quiere usted hacer el favor, Camarero, de ponerle la mesa limpia, cambiarle el mantel y  ponerle todo limpio?”.

Les montan la mesa de nuevo y se la dejan impecable. Me acerco al joven, a medio metro de Gutiérrez Mellado, Adolfo Suárez y sus mujeres, y una vez montada la mesa, le digo: “Oiga usted, como se le vuelva a caer una gota de vino del vaso, le voy a pegar una patada en los cojones y se los voy a poner por corbata. Y no lo he hecho ya porque están aquí estos señores”.

Otra vez, un hombre muy guapete, con una chica muy guapa y también en la barra, como no había mesa, esperando un rato, y él para presumir pedía el vino más caro. Devolvió tres botellas de vino, para presumir, como diciendo: Yo soy el que más sabe de vino.

Y lo mismo, me avisaron los camareros, pedí y probé el vino y estaba normal. Y dije, ahora dejarme que voy yo a pedirle la comanda. Les anoté la comanda y les pregunté: “¿Y qué agua prefiere para beber?”. El hombre se quedó extrañado “Cómo agua?!” y le dije: “Yo a usted vino no le voy a servir, porque ha devuelto usted tres botellas que estaban buenísimas, y lo ha hecho para presumir delante de una chica guapa, de que sabe mucho de vinos” y que entiende mucho de vinos.” Pagó la cuenta y se fue.

… y como estas, muchas… La mayoría no se pueden contar…(risas).

Y si pudiera elegir época ¿A quién le hubiera gustado poner de comer?

LBDe momento te he hablado de Su Majestad, al que he conocido desde que era muy joven. Cuando empecé, inclusive, fue de los primeros que vino, con Don Miguel Primo de Rivera y sus amigos y me ayudó al triunfo. Siempre apoyado por mi forma de ser, mi forma de servir y mi forma de trabajar.

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¿Le ha quedado algo por hacer?

LBQuizás descansar un poquito, porque no he descansado nunca. Me iré de este mundo siendo un triunfador, creo, a un nivel muy alto, pero yo lo he recibido todo en la vida menos el descanso.

En estos momentos que la gastronomía está tan de moda con programas de TV… ¿Qué le diría a aquellos que empiezan y que quieren convertir su sueño en realidad?

LBQue vayan al mercado, compren el mejor género que hay, y lo hagan sin tapujos, osea, que lo pongan por derecho. Y luego a la hora de pasar la factura, cobrar lo justo, no cobrar carísimo.


Conociendo a Lucio…

Un rincón… ¿Para pasar un rato?
Pues este barrio típico de Madrid

Una flor… Una Rosa

Un olor…  Loewe

Un personaje… Su majestad el Rey

Un cuadro… Tengo un cuadro de Ecuador de Oswaldo Guayasamin que es una maravilla

Un libro… Acordándome de mi niñez, me enseñaba mi maestro que vio que yo era muy espabilado. De los Apeninos a los Andes, sólo por buscar a su madre.

Una frase… Qué guapa estás, chavala

Una colección… Como no tengo muchos vicios, los puros de Montecristo

Un sueño… Poder dormir bastante

Una ciudad… Madrid

Una pasión… Estar con los amigos, echar una partida, no soy jugador pero me juego unos cinco euros, me fumo el puro después de comer y después de cenar y que me gustan mucho las mujeres

Una película… Sólo ante el peligro

Un lugar donde vivir… Madrid


MIAZIA p r o t a g o n i s t a

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